tus senos huelen a manzana como dos duraznos

redondos firmes y duros

emergen las mariposas y el viento se torna caliente

cómo puedo acostumbrarme a verte sin volar

sin subir al cielo y perderme en el infierno

ahora mis palabras se cruzan con los sueños

te acarician en los muslos marcando tus pequeñas nalgas

tu dueño es mi corazón que empuja mi firmeza

agiganta mis pasos me hace arder en pensamientos

tu olor tierno es la campanilla oscura de la lujuria

amo la primavera de tu cuerpo

la suavidad de tu piel dulce

te amo con ojos brillantes y sinceros

mis palabras se enredan en tus crespos

brillan como una sonrisa de felicidad

traeré flores abiertas como tu alma al sentir mi abrazo.